La crisis de sanación se constituye como un proceso natural durante el cual el cuerpo intenta liberarse de toxinas. Puede dar la impresión que se está empeorando, en vez de mejorar, sólo son efectos temporales, normalmente de corta duración.

El organismo usa diferentes mecanismos para eliminar toxinas. Formas de purificación, que no necesariamente aparecen en todas las personas:

A través de la piel
A través del aparato digestivo y riñones
A través del sistema respiratorio

Se trata de un proceso de desintoxicación, por lo que no ayuda tomar medicamentos o antibióticos. Se sugiere tomar más agua de lo habitual para acelerar el proceso de limpieza.

A través de las emociones

Llantos, risas, tristeza, felicidad… el cuerpo también elimina nuestras “toxinas emocionales”, si hemos acumulado muchas emociones negativas durante mucho tiempo.

En caso de síntomas que pueden surgir como crisis de sanación es importante seguir con el        tratamiento, hasta la total desaparición de los síntomas y hasta que la persona esté libre de toda “toxina”, sea a niveles físicos, mentales o emocionales. Reiki ayuda en acelerar el proceso de sanación.

Dolores de cabeza
Dolores en alguna parte del cuerpo (de antigua data, reaparecen para eliminarse definitivamente)
Dolor de garganta (desintoxicación cuando existían problemas de comunicación)

En la terapia de Reiki, y así como en cualquier terapia, hay que considerar un aspecto fundamental, que es el deseo de la persona de querer sanarse.
El proceso de sanación puede implicar cambios profundos en la manera de vivir, hábitos, actitudes y comportamientos. Hay que tener voluntad y decisión para realizarlos.
Reiki colabora en este proceso de forma gradual mediante los planos sutiles.